Y los pensamientos se vienen a la mente, las escribe con tristeza y desesperación, las teclas suenan una a una como diciendo detente!, qué estas haciendo! no sigas! y ellos, los dedos, siguiendo una orden de la mente no dejan de pulsar “enviar” para cada mensaje. Una presión en el pecho lo invade, el corazón le late a mil, las lágrimas empiezan a brotar acompañados de llantos hacia dentro para que el mundo no se entere de su sufrimiento, es imposible contenerse y expulsa como un volcán de sufrimiento e impotencia llantos a mas no poder.
Se acabó, la vida puede ser tan zigzagueante? Tan impredecible, tan injusta, tan divertida, tan alegre, tan caprichosa?, la vida puede ser una ruleta rusa? La vida puede ser tan cruel?, la vida puede ser un juego en donde ambos jugadores pierden? Qué tragedia, qué ridículo, qué tontería, de qué se trata? Acaso no hay justicia, acaso los esfuerzos no deben reflejarse en los resultados, si existe un problema es porque existe una solución, entonces qué esta pasando que todo el mundo se da por vencido tan fácilmente? Es cierto, somos humanos, necesitamos recargar fuerzas cada día, evaluar nuestros objetivos y estrategias y todo eso, pero vamos, seamos sinceros, lo que determina finalmente es la fuerza de voluntad, el amor sincero, la constancia, nuestras convicciones, lo demás son instrumentos.
Acúsenme de idealista, no importa, los científicos, los materialistas dirán que determina las condiciones materiales, pues que se queden con esa ley, que las apliquen a raja tablas haber si les funciona, las condiciones objetivas son importantes pero quien determina el inicio de cualquier cosa siempre serán las condiciones subjetivas, internas, de ahí que se retroalimentan y que podrían invertirse los roles. En todo caso, depende de la realidad, de la situación, del individuo, del contexto.
Una nueva etapa se abre camino, como todo en la vida, zigzagueante, caótico y dinámico. Una emoción de montaña rusa.
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