Una democracia escrita, violenta y selectiva

Por Jhonny Martínez E., 29 Agosto, 2023
Tercera toma de lima

Se escuchan disparos, de pronto la gente se suspende por unos segundos, asustada, empieza a buscar desesperadamente el origen de los estallidos, mira haciendo un barrido en todas direcciones con la esperanza de encontrar algún espacio seguro para ponerse a salvo mientras trata de escapar como puede alejándose del epicentro. Es muy tarde, el viento que parece estar a favor de las fuerzas de represión ayuda a expandir el gas por todos lados, las bombas lacrimógenas parecían caer al azar, bastaba un descuido y algo de mala suerte para que alguno te caiga encima, en cualquier parte del cuerpo de manera directa o por rebote.

La neblina de gas los alcanza y el pánico se apodera de la gente. Compañeros!, Compañeras!, no se desesperen!, mantengan la calma!, no corran!, a los costados!, dejen que los de primera línea hagan su trabajo!, denle espacio a los desactivadores!, calma!, cálmense todos!, ...alguien tiene vinagre por favor?!, me arden los ojos!, no puedo ver!, ayuden!, acá hay vinagre!, póngase esta mascarilla!, tranquilos!, no corran compas!, ...mierda mis ojos!, malditos policías vendidos!, si así actuaran con los ladrones!, gobierno de mierda! ...son los gritos de furia y desesperación mientras las lágrimas recorren las mejillas en medio de lamentos de dolor, ardor y quejidos.

Tratan de no respirar, algunos deben hacerlo, no soportan resistir más mientras escapan, respiran en medio de los gases, se ahogan, empiezan a toser forzados por seguir respirando y todo se complica, no hay visión, se escucha todo a la vez, un zumbido fantasma prolongado, la confusión y desesperación se apodera de todos, el ardor y dolor en los ojos permanece. Ya con algo de visión retoman la huida. Algunos siguen sin poder ver, se tropiezan, se lastiman, quedan inmovilizados en el piso cuando de pronto, haciéndose paso entre el humo blanco de los gases, aparecen 3 personas con casco blanco y respiradores, bravo!, son las brigadas de salud que los rescatan y auxilian.

La calma ha vuelto, aún se oyen disparos, muchos se han dispersando, la policía ha ganado terreno a punta de represión con sus bombas lacrimógenas, varas y escudos. Los empujan en dirección a la Plaza San Martín, listo, se acabó, adiós al derecho a la protesta, a la libertad de expresión, al respeto de los derechos. Es así que muchos se cuestionan, se preguntan si realmente estamos en democracia, si se respeta las reglas, las leyes, las normas, los procedimientos, los derechos humanos y las libertades, si acaso los derechos son para todos o si son exclusivos para ciertos grupos de personas merecedoras de tales privilegios, de los dueños de las reglas de juego. La gente se reagrupa, retoman las consignas, ...siempre de pié y nunca de rodillas!, El pueblo unido jamás será vencido! se escuchan mientras emprenden la movilización, mientras se recuperan y vuelven a encender el espíritu de lucha. Suena una melodía, un huaynito que se va extendiendo poco a poco hasta que todos se animan a cantar con todas sus fuerzas, con el pecho herido, con su garganta lastimada, con el rostro de dolor y amargura, con sus ojos rojos, llorosos, pero aún con la voluntad inquebrantable por exigir justicia y respeto a la vida. Todos cantan "Esta democracia ya no es democracia".

Es solo un episodio de las muchas jornadas de lucha que se emprendieron en Lima. En el punto más álgido de la lucha iniciada el siete de diciembre del 2022, todas las regiones, en especial las del sur, hartos de estar siempre a la periferia de Lima, de ser ninguneados y considerados solo para los comicios electorales demostraron valentía, organización, lucha y una defensa férrea por el respeto a la voluntad popular  que representaba el triunfo de Pedro Castillo y su gobierno. Por primera vez había una representatividad genuina del Perú no limeño y criollo, un profesor rural, que sabe trabajar la tierra, sindicalista, que se las arregló como pudo para salir victorioso en segunda vuelta, luego de ganar en primera vuelta, pudo lograr sentarse en la silla presidencial rompiendo todo tipo de tradiciones y buenas costumbres porque seamos claros, esa silla es reservada solo para los educados, intelectuales, empresarios, lobistas, fanfarrones de primera clase, felipillos aseñorados, y hasta para extranjeros. En ningún caso puede estar alguien del pueblo porque una cosa es la teoría de la democracia y otra es la práctica, verdad? por supuesto, no es tan simple, no es para todos apesar que todos tenemos derecho a elegir y ser elegidos porque se debe cuidar la economía, las inversiones, el buen nombre, los protocolos, la parafernalia, los buenos discursos, la buena dicción, la institucionalidad, los privilegios y todo lo demás que garantiza las profundas desigualdades de nuestro país verdad? asi que no importa mucho la democracia cuando los grupos de poder, los don señores y señoras sienten que podrían perder sus privilegios, cuando se trata de defender el statu-quo porque seguramente piensan  que es un costo que se debe asumir por el bien del país, por la recuperación de la "libertad" y la restauración del orden. Bueno, bueno, no es casualidad que a la derecha y a los sectores empresariales les traiga añoranza y gratos recuerdos los gobiernos de Morales Bermudes y Fujimori, como dicen, la cabra tira al monte.

Entonces el derecho de elegir y ser elegido es solo una proclama?, una ficción?, un especie de engaño promovido por la derecha, el centro y la izquierda democrática, intelectual, liberal?. No lo sé, seguramente hay matices pero hasta ahora el caso Castillo ha desenmascarado muchas cosas que creíamos superado y ha respondido a muchas de estas preguntas. Muchos luchamos por el sistema democrático, la institucionalidad, el respeto a las normas y las leyes sin embargo hasta ahora la realidad nos muestra que no son un fin en sí mismo, sino simples mecanismos, herramientas usados a su conveniencia por los representantes y dueños del sistema económico. Hacen y deshacen la constitución, hacen y deshacen la democracia.

(Foto de Guadalupe Pardo / AP)

Etiquetas

Comentarios